El riesgo país de inversión en Venezuela ha experimentado importantes cambios en las últimas semanas. Los incidentes acaecidos en la reciente Cumbre Iberoamérica celebrada en Santiago de Chile; las repetidas declaraciones del Presidente de Venezuela en torno al futuro en aquel país de las empresas españolas; las manifestaciones del Presidente de Nicaragua criticando a una empresa española; ciertamente todo esto haría pensar en un aumento de dicho riesgo país, no sólo en Venezuela sino en un conjunto de países latinoamericanos.
Por otro lado, la contundente derrota de las propuestas oficialistas de reforma constitucional en Venezuela puede interpretarse, aún a costa de una mayor inestabilidad política, como una muestra de solidez de las instituciones jurídicas democráticas, más allá de las declaraciones y gestos dirigidos al consumo interno de quien ha salido derrotado en un planteamiento político claramente plebiscitario.
En estas circunstancias, donde se cruzan señales de signo contrario, parece necesario reflexionar sobre si estos acontecimientos han supuesto un agravamiento o, por el contrario, una mejora del riesgo país de inversión. La apreciación del riesgo nunca es algo absolutamente científico y mensurable, siempre tiene un fuerte componente de subjetividad.
Iberglobal propone a sus lectores participar en una encuesta acerca de la evolución de este riesgo.
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